Museo Balenciaga:
Recientemente se inaguró el Museo Balenciaga en Guetaria (Pais Vasco) donde se puede apreciar como él cumplía con todos los requisitos.
En este museo podemos encontrar sus primeros diseños. De sus primeros diseños destacan los vestidos de novia poco convencionales , estampados, o en colores oscuros.
(Vestido de novia)
De día, Cristóbal Balenciaga crea ropa funcional, cómoda, con líneas fluidas y un corte impecable que permiten a la mujer moverse. Tejidos cálidos como la lana, prendas versátiles como abrigos reversibles o capas que se pueden lucir sobre los hombros o como cubrefaldas.
El momento de dejar volar la imaginación llega con los vestidos de cocktail y de noche, donde Balenciaga se permite la audacia, las siluetas atrevidas, los adornos exquisitos y los tejidos lujosos como el crepe de seda, el shantung, el encaje, el terciopelo o el gazar.
Gracias a su perfeccionismo, cuidaba los detalles al máximo, trabajando mangas, espalda y cuellos hasta dar con la solución perfecta a cada acabado. Trasladó el escote hacia la espalda para resaltar así la nuca, convirtiendo en grácil cualquier figura. Recortó mangas para que se pudieran lucir joyas y guantes.
La espalda de sus diseños escondía muchas veces sorpresas como lazos, o cierres originales, desplazando el punto de atención habitual de la ropa. A él le debemos creaciones como el vestido pavo real, más corto por delante que por detrás.
Además de con la fluidez y gracia de las formas, experimentó con colores muy vivos y poco utilizados hasta la fecha como el fucsia, así como con nuevos tejidos.
Sus diseños recogían mucha de la tradición española: Goya, Velázquez, Zurbarán, Zuloaga; toreras, encaje, pasamantería,...
En la parte dedicada a los vestidos de novias, se puede apreciar lo efectiva que es la sencillez. La verdadera protagonista debía de ser la novia, y no el vestido.
En la última sala del museo es donde mejor se puede valorar su maestría. Se puede ver cómo se construyen sus originales patrones para crear el diseño final. Vestidos y abrigos entallados por delante que dejan la espalda suelta, con pliegues que parten desde el cuello creando así la particular silueta Balenciaga.
Este gran genio, en vez de crear con los años diseños cada vez más enrevesados y complicados, según refinaba sus diseños y mejoraba su técnica, se fue desprendiendo de todo lo superfluo, alcanzando en los años 60 la perfección en la simplicidad y en la pureza de las formas.
En 1968 cerró su casa de modas, intuyendo que el prêt-à-porter desplazaría a la Alta Costura. El trabajaba mano a mano con sus clientas para que cada diseño fuera único y especial, algo totalmente fuera de lugar en la nueva época que estaba por venir. Lo dicho, nostalgia de la Alta Costura. De cuando la Alta Costura no era sólo para actrices de Hollywood, millonarias texanas, princesas europeas y jequesas árabes, sino para mujeres elegantes con una intensa vida social.
En 1968 cerró su casa de modas, intuyendo que el prêt-à-porter desplazaría a la Alta Costura. El trabajaba mano a mano con sus clientas para que cada diseño fuera único y especial, algo totalmente fuera de lugar en la nueva época que estaba por venir. Lo dicho, nostalgia de la Alta Costura. De cuando la Alta Costura no era sólo para actrices de Hollywood, millonarias texanas, princesas europeas y jequesas árabes, sino para mujeres elegantes con una intensa vida social.
De momento, sólo se puede visitar la colección permanente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario